Thursday, November 03, 2005

EL DIOS SIN NOMBRE

De la discordia, se formaron las Religiones, cada una con sus creencias particulares y con sus dioses... hay una peculiaridad en un dios reconocido por primera vez en medio oriente, en un pueblo nómada que se dedicaba a pastorear y a la narrativa de historias propias y apropiadas. Primero lo conoció Abraham y luego alguien parido en las entrañas de ese pueblo, pero crecido en tierra extraña (Moises) proclamó la existencia del dios que no puede ser nombrado y, según dicen, escribió su encuentro con tal diciendo que al preguntarle quién era, le respondió soy YHVH... y ahí empieza la complicación. Primero porque el hebreo no tiene vocales y como nadie debe pronunciar la palabra, nadie sabe como se pronuncia (dicen por ahí); luego porque al conquistar al pueblo ese, que se volvió sedentario, los obligaron a traducir tal palabra y le inventaron dos traducciones Jeováh y Yahvéh (y ahora se andan peleando los no hebreo-parlantes con cuál es la pronunciación correcta).
Las dos traducciones inventadas, son usadas por grupos diferentes de no hebreoparlantes, ya que los judíos no deben pronunciar la palabra que porque no deben pronunciar el nombre de su Dios... los judios le dicen hashem (el nombre), adonai (señor) elohim (aun no se bien que significa) y tampoco escriben completa la palabra Dios (esto si es extraño porque, pues, ese no es SU NOMBRE). Aunque la verdad yo no creo que YHVH sea su nombre, ya que pues existen las historias de que su nombre es todas las letras de la Torah (el pentateuco, 5 primeros libros de la biblia) sin espacios... y también la leyenda de Lilith quien descubrió el nombre de ese Dios por su increible inteligencia y que por ello lo retó y fue condenada a abandonar el paraiso (ojo, no viene contado así en la biblia).
Luego llegó un hombre que le llamaba simplemente Abbá (padre) y los actuales seguidores de ese hombre, conocidos como católicos y cristianos sólo le llaman DIOS o SEÑOR.
Lo cierto es que yo creo que ese dios no tiene nombre, primero porque se cree que el nombre lo delimitaría y el es omnipresente, omnipotente e incognoscible... y luego porque ese sería un bonito detalle de distinción, se dijo esta tribu: "todos los grupos humanos de los alrededores nombraron a sus dioses, nuestro dios no puede ser nombrado ni su nombre puede ser conocido".
Muy buena ¿no?

1 Comments:

Blogger ErosGod1 said...

¿Y esto estos comentarios?
¿Son de los mercaderes del templo, o del conserje de la Torre?

¿Latino? no, la de Babel...

Yo por esas cosas nunca me he tragado el cuento ese del dios superior, me gustan mas los griegos con sus dioses tan "humanos" y por supuesto tan perversos.

Tambien me late el viejito de Jaime Sabines:

Me encanta Dios

Me encanta Dios. Es un viejo magnifico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega. Y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna y nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos.
Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero eso a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida sea para siempre.
Ahora los científicos salen con su teoría del Bing Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.
A mi me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los anbióticos- ¡bacterias mutantes!
Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.
Mueve una mano y hace el mar, mueve otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.
Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira.
Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.
Dios siempre esta de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.
A mi me gusta, a mi me encanta Dios.
Que Dios bendiga a Dios.

- Jaime Sabines
1926 - 1999

7:16 PM  

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